Prologar un libro es la maravillosa oportunidad de abrir un universo, para que cada lector recree su camino. Es lanzar pequeñas flechas luminosas que se abren a un cosmos de significados. Pero prologar el libro de una persona muy querida implica un doble desafío, por la objetividad que se debe mantener y por el compromiso del amor presente. Los haikus combinan sencillez y profundidad, se encienden para iluminarnos la noche oscura que transitamos. Que transitan todos los que de una forma u otra hacen llegar su voz artística. El reclamo de más abrazos, más besos y más colores está presente, en este naufragio de sentimientos que padecemos a diario, rescatados por el Quijote manso del amor. Necesitamos al decir de Graciela, más anaranjados de atardeceres, rayos de múltiples ocasos. Necesitamos más de esta vida simple que se nos muestra en puntas de pie y que no vemos, arrojados en la vorágine de la cotidianeidad. Este libro nos trae una presencia tan querida como la de Petu, la madre soñada, la risa cómplice e irreverente, la vida vibrando en cada uno de sus cuentos y poemas. La poesía de Graciela nos interpela para vivir cada día del mundo con ojos Quinquela. Nos habla de las llaves, dialécticas en su abrir y cerrar. Y nos invita a recrear el cuerpo en estado de metáfora. Descubre la magia de la galera y nos sugiere dejarnos habitar por un árbol. Nos habla del amor urgente, el amor cotidiano. Y escribe dando letra a los locos necesarios, que ya no están, pero están. A las abuelas que buscan en la noche de la desmemoria. Libera la poesía y estallan las voces, voces que nos traen el misterio del proscenio, una ciudad desdentada y otra de pianos. Graciela nos lleva al encuentro del otro de cara al sol, al encuentro de las amigas y: “Te espero abajo” Y a los colibríes aleteando. Nos abre el territorio niñez, para mirar a traves de un caleidoscopio de recuerdos, bañándonos de inocencia y felicidad. Así logramos pintar un cerro con el dedo, despedir unas zapatillas que nos llevaron a recorrer el mundo, viajar en bicicleta y conocer monstruos que nos invitan a jugar. Están presentes los infaltables miedos infantiles y los compañeros que nos ayudan a vencerlos. Están presentes los nietos y la magia personal de cada uno. Este libro de poesía es Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante y la doncella que nos abren el camino, sorteando la oscuridad para llevarnos a un cielo claro de esperanza. Al cielo de la utopía.
Poesía ondulante: poesía infantil
$350.00
Graciela Noemi Romero
2 disponibles
SKU: 978-987-758-191-1
Categoría: Formato impreso
Etiquetas: Graciela Noemi Romero, Poesía, Poesía Contemporánea Argentina, Poesía Infantil
Dimensiones | 14 × 20 cm |
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Cantidad de páginas | 104 |
Autor | Graciela Noemi Romero |